Seguro has escuchado decir a tu entrenador o a uno que otro obsesionado con el ejercicio que la clave para tener un cuerpo 100 por ciento fitness es: 80 por ciento dieta 20 por ciento entrenamiento. Pero, ¿en qué consiste esta fórmula realmente?
Que el 80 por ciento de los resultados en tu cuerpo dependa del factor comida puede parecer para algunos muy confuso y hasta desmotivante a la hora de hacer ejercicio.
En primer lugar, debemos tener muy claros nuestros objetivos, si lo que deseamos es estar fitness: marcar, tonificar músculos, ganar masa muscular y aumentar condición y fuerza, ¡sí! La clave es la dieta, y esta fórmula no es más que cierta. Hay que tener en cuenta el contexto en el que nos encontramos para saber si esta fórmula aplica o no; si una persona simplemente quiere adelgazar o mantenerse en peso podría lograrlo con solo una buena alimentación o solo ejercicio.
Pero para tener un cuerpo fitness, como en toda fórmula o receta, no hay producto final sin la mezcla perfecta de todos los ingredientes, es decir, tanto la dieta como el ejercicio son indispensables, y aunque en este caso la dieta tiene más peso que el ejercicio, si alguno de los dos se des- cuida nunca tendremos los resultados esperados.
Sin entrenamiento, no hay paraíso. Llamémoslo entrenamiento, porque no solo es hacer ejercicio sino hacerlo intensa y constantemente. Está claro que una buena nutrición es fundamental y lo más importante para progresar y obtener resultados, pero siempre y cuando el entrenamiento sea de calidad. Supongamos que tu entrenamiento no tiene la intensidad óptima para ganar condición o fuerza, podrás comer de forma estricta toda la vida y jamás tendrás un beneficio fitness.
Ahora supongamos que el ejercicio es excelente, constante e intenso pero la nutrición es mala; si tu dieta es abundante en todos o alguno de los grupos alimenticios, existirá un exceso calórico y podrás ganar masa muscular y fuerza, pero al mismo tiempo gran porcentaje de grasa, por lo que obtendrás un cuerpo fuera de forma. En el caso contrario, si la dieta es pobre en nutrientes y proteína, tus músculos perderán volumen, no ganarás fuerza e incluso tu salud se puede ver seriamente afectada.
El entrenamiento es fundamental, pero es en la alimentación en la que recae el mayor compromiso, pues repercute en el rendimiento deportivo y determina el aspecto y dimensiones del cuerpo. Un entrenamiento será más eficaz y con resultados más notorios si se tiene disciplina en las horas, cantidades y alimentos que se consumen a lo largo del día. No olvides acudir al nutriólogo y asesorarte con un entrenador para que te proporcionen la dieta y la rutina adecuada a tus propósitos.
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